viernes, 28 de febrero de 2020

Sobran barreras...


Sábado después de Ceniza
La llamada del Señor se dirige a todos los hombres y mujeres. Pero no todos están dispuestos a emprender el camino de la conversión. Aquellos que se sienten ya cercanos al Señor son, a veces, los que más obstáculos ponen a los que de corazón quieren seguir a Jesucristo. Nosotros debemos pensar dónde nos situamos, entre los sanos o enfermos; entre los que tienden puentes o entre los que ponen barreras. A la sociedad actual le sobran barreras.

Lc 5,27-32
En aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
-«Sígueme.»
Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Los fariseos y los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo:
-«¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?»
Jesús les replicó:
-«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.»

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