Cátedra de San Pedro. Sábado de la VI Semana del Tiempo Ordinario
Jesús se encuentra en un
momento crucial de su vida y de su misión. Cuando asoma la sombra del fracaso,
la sospecha del rechazo de su propio pueblo lanza la pregunta clave a sus
discípulos. ¿Habrán ellos comprendido la importancia y grandeza de su misión?
Pedro, en nombre de todos se dirige a Jesús y manifiesta lo que el Padre le ha
dado a conocer. Jesús le cambia el nombre, lo que indica que le encomienda una
nueva misión, clave en el nuevo pueblo de Dios, será piedra de esta nueva
iglesia que está a punto de nacer.
Mt 16,13-19
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó
a sus discípulos:
-«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»
Ellos contestaron:
-«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los
profetas.»
Él les preguntó:
-«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
-«Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo.»
Jesús le respondió:
-«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie
de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres
Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la
derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra
quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el
cielo.»
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