Martes de la XV
Semana del Tiempo Ordinario
El lamento de Jesús sobre las ciudades a las que había
dedicado mucho tiempo y gestos, es el lamento sobre las actitudes de sus
contemporáneos que rechazan, de manera caprichosa, su mensaje. No es una
actitud exclusiva de sus contemporáneos. Nosotros hoy tenemos también actitudes
caprichosas en la fe; pero también nos encontramos con el rechazo en nuestra labor
evangelizadora.
Mateo 11,
20-24
En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades
donde había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían
convertido:
«¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y
en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se
habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza.
Pues os digo que el día del juicio les será más
llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al
abismo.
Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que
en ti, habría durado hasta hoy.
Pues os digo que el día del juicio le será más
llevadero a Sodoma que a ti».
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