XV Domingo del
Tiempo Ordinario
Las parábolas de Jesús son escenas de la vida
cotidiana de sus contemporáneos que encierran el mensaje del anuncio del Reino
de Dios para que sea fácilmente entendido. Hoy el mensaje de las parábolas
sigue teniendo vigor, aunque las imágenes utilizadas no lo parezcan. El mensaje
del Reino sigue estando en vigor, porque ahora tenemos la certeza de que el
camino hacia el Reino está iniciado y nosotros somos cooperadores. Cada uno
sabemos dónde ha caído la semilla.
Mateo 13, 1-9
Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al
lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y
toda la gente se quedó de pie en la orilla.
Les habló muchas cosas en parábolas:
«Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco
cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron.
Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas
tenía tierra, y, como la tierra no era profunda brotó enseguida; pero, en
cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó.
Otra cayó entre abrojos, que crecieron y la ahogaron.
Otra cayó en tierra buena y dio fruto: una, ciento;
otra, sesenta; otra, treinta.
El que tenga oídos, que oiga».
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