jueves, 23 de julio de 2020

Seréis discípulos míos...


 Santa Brígida, patrona de Europa. Jueves de la XVI Semana del Tiempo Ordinario
El testimonio del creyente no es sobre sí mismo, sino sobre quien lo ha llamado a vivir una vida nueva. Por eso nos sentimos ligados íntimamente a Cristo. Nuestro fruto es abundante porque la vida que recibimos así lo hace. Ligados al Señor somos discípulos y testigos del Reino de Dios.

Juan 15, 1-8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».

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