Martes Santo
Era de noche… Judas presenta las cartas boca arriba y
ha acabado traicionando al maestro. Es de noche… Jesús anuncia que Pedro, la
piedra sobre la que se asienta la Iglesia que va a nacer, niega al Señor en
tres ocasiones… Es de noche… el 1% de la población acumula tanta riqueza como
el 99% restante. Es de noche… 800 millones de personas padecen cada día el
grave riesgo de morir de hambre. Es de noche… 21 millones de personas son
víctimas de explotación sexual y laboral. Es de noche… Algo falla cuando es de
noche, cuando la tiniebla hace que falta la luz de Jesucristo, cuando el ser
humano asume la dinámica de la soledad de la muerte.
Juan 13, 21-33. 36-38
En aquel tiempo, estando Jesús a la mesa con sus
discípulos, se turbó en su espíritu y dio testimonio diciendo:
- «En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va
a entregar».
Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por
no saber de quién lo decía.
Uno de ellos, el que Jesús amaba, estaba reclinado a
la mesa en el seno de Jesús. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por
quién lo decía.
Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le
preguntó:
- «Señor, ¿quién es?».
Le contestó Jesús:
- «Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado».
Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el
Iscariote.
Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le
dijo:
- «Lo que vas hacer, hazlo pronto».
Ninguno de los comensales entendió a qué se refería.
Como Judas guardaba la bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar
lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres.
Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente.
Era de noche.
Cuando salió, dijo Jesús:
- «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es
glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en
sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros.
Me buscaréis, pero lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros:
"Donde yo voy, vosotros no podéis ir"»
Simón Pedro le dijo:
- «Señor, ¿a dónde vas?».
Jesús le respondió:
- «Adonde yo voy no me puedes seguir ahora, me
seguirás más tarde».
Pedro replicó:
- «Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Daré mi
vida por ti».
Jesús le contestó:
- «¿Con que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces».
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