San Juan XXIII
Lunes de la XXVIII Semana del Tiempo
Ordinario
Jesús
no huye de los gestos espectaculares, pero revela el nuevo rostro de Dios. El
Dios de Jesucristo se revela en lo cotidiano, en lo sencillo y lo pequeño.
Quienes siguen esperando una revelación espectacular no esperan al Dios
verdadero. Dios se hace grande en lo pequeño.
Lucas 11, 29-32
En
aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles:
«Esta
generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más
signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes
de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La
reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y
hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para
escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Los
hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la
condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay
uno que es más que Jonás».
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