San Atilano
Martes de la XXVII Semana del Tiempo
Ordinario
Sentir
a Dios como Padre es confiar en él sin condiciones. Ningún padre quiere cosas
malas para sus hijos. Así es nuestro Padre Dios. Cercano, misericordioso y
atento a nuestras verdaderas necesidades.
Mateo 7, 7-11
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Pedid
y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que
pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.
Si a
alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide
pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar
cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos
dará cosas buenas a los que le piden!».
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