Jueves de la II Semana de Cuaresma
Si leemos con detenimiento el
evangelio de hoy, Lucas no hace un juicio de valor sobre la riqueza Tampoco
nosotros deberíamos hacerlo. La riqueza solo es “mala” cuando se apodera del
corazón de las personas. Cuando ser rico te impide ver un poco más allá de la
montaña de bienes que has ido acumulando. Cuando entre tus prioridades no hay hueco
para otra cosa que no sea acumular más y más. En esos casos la riqueza se
convierte en un obstáculo para ti, para los demás y para tu relación con Dios.
Cuaresme es descubrir cuáles son las prioridades que nos ayudan a construirnos
más y más al modo de Jesús.
Lc 16,19-31
En aquel tiempo, dijo Jesús a los
fariseos:
«Había un hombre rico que se
vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro
estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo
que caía de la mesa del rico.
Y hasta los perros venían y le
lamían las llagas.
Sucedió que murió el mendigo, y
fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.
Murió también el rico y fue
enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los
ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo:
"Padre Abrahán, ten piedad
de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la
lengua, porque me torturan estas llamas".
Pero Abrahán le dijo:
"Hijo, recuerda que
recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es
aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.
Y, además, entre nosotros y
vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí
hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros".
Él dijo:
"Te ruego, entonces, padre,
que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé
testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de
tormento".
Abrahán le dice:
"Tienen a Moisés y a los
profetas: que los escuchen".
Pero él le dijo:
"No, padre Abrahán. Pero si
un muerto va a ellos, se arrepentirán".
Abrahán le dijo:
"Si no escuchan a Moisés y a
los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto"».
No hay comentarios:
Publicar un comentario