Miércoles
de la XV Semana del Tiempo Ordinario
La preferencia de Jesús por los
más humildes y sencillos no es excluyente. El Señor no expulsa a los sabios y
entendidos, pero muestra su predilección por los sin voz. Aquellos que son
silenciados por la sociedad, esos son precisamente los elegidos de Dios. Y ¿Quiénes
son nuestros preferidos?
Mateo
11, 25-27
En aquel tiempo, tomó la
palabra Jesús y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor
de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y
se las has revelado a los pequeños. Si, Padre, así te ha parecido bien.
Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».
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