Viernes de la XXV Semana del Tiempo Ordinario
Tras la confesión de fe de Pedro, Jesús hace a sus discípulos volver a la realidad. Los caminos del Mesías son duros y difíciles. Es fácil asumir los éxitos, pero ¿estamos dispuestos a los fracasos?
Lucas 9, 18-22
Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó:
«¿Quién dice la gente que soy yo?»
Ellos contestaron:
«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha resucitado uno de los antiguos profetas».
Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».
Pedro respondió:
«El Mesías de Dios».
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. porque decía:
«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».
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