Jueves de la XXV Semana del Tiempo Ordinario
La expectación que despierta Jesús no deja a nadie indiferente. Incluso un personaje despiadado siente la curiosidad por saber de él. Sin embargo, no todo es igual al acercarse al Maestro. Unos lo hacen por mera curiosidad, otros por expectación, otros se sienten afectivamente ligados a su persona y algunos se sienten vinculados por su fe. ¿Dónde nos situamos nosotros?
Lucas 9, 7-9
En aquel tiempo, el tetrarca Herodes se enteró de lo que pasaba sobre Jesús y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, en cambio, que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Herodes se decía:
«A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?».
Y tenía ganas de verlo.
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