San Josafat, Obispo y Mártir
Viernes de la XXXII Semana del Tiempo
Ordinario
El
camino está ahí, pero cada uno elige la vereda por la que avanza. El discípulo
es testigo, modelo de creyente para los demás. Y cada uno de nosotros tenemos
la posibilidad de estar en el lado que queremos. El seguimiento es una opción
que transforma nuestra propia vida. ¿Estamos dispuestos?
Lucas, 17, 26-37
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como
sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre:
comían, bebían, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el
día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos.
Asimismo,
como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban,
construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del
cielo y acabó con todos.
Así
sucederá el día que se revele el Hijo del hombre.
Aquel
día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en casa no baje a recogerlas;
igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás.
Acordaos
de la mujer de Lot.
El
que pretenda guardar su vida, la perderá; y el que la pierda la recobrará.
Os
digo que aquella noche estarán dos juntos: a uno se lo llevarán y al otro lo
dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la
dejarán».
Ellos
le preguntaron:
«¿Dónde,
Señor?».
Él
les dijo:
«Donde
está el cadáver, allí se reúnen los buitres».
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