Santos Pedro Poveda Castroverde
e Inocencio de la Inmaculada Canoura Arnau,
presbíteros, y compañeros, mártires, memoria obligatoria
Sábado de la XXXI Semana del Tiempo
Ordinario
La
Iglesia ha iniciado el camino del Sínodo. Un camino que requiere oración,
reflexión y discernimiento. Es un camino que se inicia con el objetivo de
buscar horizontes de renovación sabiendo leer los signos de los tiempos. ¡Qué
bien encaja este evangelio al inicio del camino! Renovarse, volver a las
fuentes, escuchar el Espíritu Santo y dejar que actúe en el corazón eclesial.
Dejar a un lado a otros “señores”.
Lucas 16, 9-15
En
aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos:
«Ganaos
amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las
moradas eternas.
El
que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo
poco, también en lo mucho es injusto.
Pues,
si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera?
Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?
Ningún
siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al
otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis
servir a Dios y al dinero».
Los
fariseos, que eran amigos del dinero, estaban escuchando todo esto y se
burlaban de él.
Y
les dijo:
«Vosotros
os las dais de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros
corazones, pues lo que es sublime entre los hombres es abominable ante Dios».
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