miércoles, 2 de octubre de 2019

De dónde te viene la luz...


Santos Ángeles Custodios
El discípulo que recorre el camino recibirá aplausos… seguro. La palabra del discípulo es atractiva y no deja a nadie indiferente, porque viene de Dios. Pero a veces podemos creer que es nuestra palabra la que recibe los aplausos y menospreciar a los más pequeños. Por eso es bueno mantenerse fiel a la Palabra recibida. La clave no está en ser el mayor, sino el más pequeño. Es servir a los demás y en ellos al Reino.

Mt 18,1-5.10
En cierta ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
«¿Quién es más grande en el Reino de los cielos?»
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo: «Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, pues yo les digo que sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo».

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