Lunes de la XII Semana del Tiempo Ordinario
Si el Evangelio del domingo nos apelaba a que no temiésemos ser discípulos de Cristo en el siglo XXI, hoy Jesús nos da alguna orientación. Cuando nos enfrentamos a los retos diarios de nuestra vida hemos de entender que no somos jueces, solo a Dios le pertenece semejante empresa. Frente al juicio, Jesús nos pide mirarnos en el espejo, hacer autocrítica, mirar a nuestro interior con profundidad y afrontar nuestra vida de fe desde nuestra propia fragilidad. La confianza nos hace más fuertes.
Mt 7,1-5
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque seréis juzgados como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros.
¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?
¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Déjame que te saque la mota del ojo", teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita: sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano».
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