San Pablo Miki y compañeros mártires
Martes de la V Semana del T.O.
Cuidado con la advertencia que
Jesús nos envía en el evangelio de hoy. Como en toda estructura humana, el paso
de los años deja un poso de costumbres y tradiciones, muchas no escritas, que
se transmiten de generación en generación y se van alejando del espíritu en el
que se inspiraron. La Iglesia no es ajena a esta dinámica y hemos ido creando
tradiciones. Algunas de ellas podrían llevar mayúscula, pero muchas son en
minúscula. Entorpecen y alejan del genuino espíritu evangélico y eclesial, pero
ahí siguen. Y qué difícil es discernir si su cumplimiento ayuda o supone un
obstáculo.
Mc 7,1-13
En aquel tiempo, se reunieron
junto a Jesús los fariseos y algunos escribas venidos de Jerusalén; y vieron
que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las
manos. (Pues los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes
las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y al
volver de la plaza no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas
tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas).
Y los fariseos y los escribas le
preguntaron:
«¿Por qué no caminan tus
discípulos según las tradiciones de los mayores y comen el pan con manos
impuras?».
Él les contestó:
«Bien profetizó Isaías de
vosotros, hipócritas, como está escrito:
"Este pueblo me honra con
los labios,
pero su corazón está lejos de mí.
El culto que me dan está vacío,
porque la doctrina que enseñan
son preceptos humanos".
Dejáis a un lado el mandamiento
de Dios para aferraros a la tradición de los hombres».
Y añadió:
«Anuláis el mandamiento de Dios
por mantener vuestra tradición. Moisés dijo: "Honra a tu padre y a tu
madre" y "el que maldiga a su padre o a su madre es reo de
muerte". Pero vosotros decís: "Si uno le dice al padre o a la madre:
los bienes con que podría ayudarte son ‘corbán’, es decir, ofrenda
sagrada", ya no le permitís hacer nada por su padre o por su madre;
invalidando la palabra de Dios con esa tradición que os transmitís; y hacéis
otras muchas cosas semejantes».
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