La Cátedra de San Pedro
Jueves de la II Semana de Cuaresma
No parece que la respuesta de Pedro a la pregunta de Jesús fuese sugerida por la inteligencia humana, ni siquiera por una intuición. El reconocimiento de la divinidad de Jesucristo es una cuestión que supera el entendimiento humano y se asienta en la fe. Es la fe lo que aporta un plus de trascendencia a la respuesta de Pedro. Hoy no es diferente. El reconocimiento de Jesucristo como Señor de la historia es fruto, fundamentalmente de la fe, aunque la razón y la inteligencia nos ayudan a dar razones de nuestra propia fe.
Mt 16,13-19
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».
Ellos contestaron:
«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».
Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
«Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo».
Jesús le respondió:
«¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».
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