sábado, 29 de septiembre de 2018

Directo a tu interior...


Jesús interpela y el hombre responde inquieto por la llamada de Dios. La llamada de Dios va acompañada de gestos muy personales. Es directa, es personal, es al centro de la persona, muestra un conocimiento especial… En definitiva, Jesús se dirige a tu interior, no se queda solo en las apariencias… ¿Tienes tu interior abierto a la llamada?



Juan 1, 47-51
En aquel tiempo,
vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.
Natanael le contesta: ¿De qué me conoces?
Jesús le responde: Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.
Natanael respondió: Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.
Jesús le contestó: ¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores. Y le añadió: En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.

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