Lunes de la II Semana de Cuaresma
Somos muy dados a juzgar a los
demás por nuestras propias medidas, pero especialmente a los demás. Sin
embargo, no nos gusta que a nosotros nos devuelvan la misma moneda. La
propuesta de Jesús es políticamente correcta, aunque no pasaría de lo correcto
en el comportamiento humano. La propuesta de Jesús es profunda, cargada de
sentido y de autenticidad. Nuestro modelo no somos nosotros, sino la compasión
con que el Padre nos mira y nos trata. Ser como nuestro Padre es perdonar, es
ser humildes, es no condenar, es ni siquiera juzgar. Es ser con y por los demás,
transformados por la mirada del Padre.
Lc 6,36-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos:
-«Sed compasivos como vuestro
Padre es compasivo;
no juzguéis, y no seréis
juzgados;
no condenéis, y no seréis
condenados;
perdonad, y seréis perdonados;
dad, y se os dará: os verterán
una medida generosa, colmada, remecida, rebosante.
La medida que uséis, la usarán
con vosotros.»
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