San José, esposo de la Virgen. Jueves de la III Semana de Cuaresma
El hijo de María es el Hijo de
Dios. Eso lo deja claro este texto del Evangelio. En esa divinidad confluye
todo. Y sin embargo, es fundamental el papel de José. Guiado por el Espíritu
decide no repudiar a María y protegerla a ella y a su Hijo. José es un hombre
bueno que abre todos los sentidos para escuchar la voluntad de Dios y hacer que
se cumpla.
Mt 1,16.18-21.24a
Jacob engendró a José, el esposo
de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
El nacimiento de Jesucristo fue
de esta manera:
María, su madre, estaba desposada
con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra
del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era justo y
no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado
esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
-«José, hijo de David, no tengas
reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene
del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús,
porque él salvará a su pueblo de los pecados.»
Cuando José se despertó, hizo lo
que le había mandado el ángel del Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario