Solemnidad del
Cuerpo y la Sangre de Cristo. XI Domingo del Tiempo Ordinario
La fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo es la
celebración de la identidad de la misma Iglesia. Todos los bautizados nos
sentimos arraigados a Cristo a través de la celebración dominical de la
Eucaristía. Nuestra comunión con Cristo es la comunión con toda la Iglesia.
Juan 6, 51-58
En aquel tiempo, dijo Jesús a los
judíos:
«Yo soy el pan vivo que ha bajado del
cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi
carne para la vida del mundo».
Disputaban los judíos entre sí:
«¿Cómo puede este darnos a comer su
carne?».
Entonces Jesús les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: si no
coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en
vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo
resucitaré en el último día.
Mi carne es verdadera comida, y mi
sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre
habita en mí y yo en él.
Como el Padre que vive me ha enviado,
y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan que ha bajado del
cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come
este pan vivirá para siempre».
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