Martes de la
IX Semana del Tiempo Ordinario
Los fariseos y herodianos que se acercaron a Jesús no
lo hicieron con actitud de búsqueda, sino que fueron a intentar encontrar contradicciones
en el Señor. No llevaban el corazón dispuesto para el encuentro con Dios.
Desconfiaban de Él. Todo lo contrario a lo que es la fe. ¿Cómo vamos nosotros
al encuentro con el Señor?
Marcos 12, 13-17
En aquel tiempo, enviaron a Jesús
algunos de los fariseos y de los herodianos, para cazarlo con una pregunta.
Se acercaron y le dijeron:
«Maestro, sabemos que eres veraz y
que no te preocupa lo que digan; porque no te fijas en apariencias, sino que
enseñas el camino de Dios conforme a la verdad. ¿Es lícito pagar impuesto al
César o no? ¿Pagamos o no pagamos?».
Adivinando su hipocresía, les
replicó:
«¿Por qué me tentáis? Traedme un
denario, que lo vea».
Se lo trajeron. Y él les preguntó:
«¿De quién es esta imagen y esta
inscripción?».
Le contestaron:
«Del César».
Jesús les replicó:
«Dad al César lo que es del César y a
Dios lo que es de Dios».
Y se quedaron admirados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario