domingo, 7 de junio de 2020

Solo amor...


Solemnidad de la Santísima Trinidad. X Domingo  del Tiempo Ordinario
¡Qué distinto el plan de Dios del plan de los hombres! Mientras que a los hombres nos resulta casi imposible no juzgar y pretendemos la condena, incluso previamente al conocer a fondo al otro, Dios mira a los hombres con otros ojos. Mirada que puso en su propio Hijo. Mirada cuyo objetivo no es otro que rescatar a la humanidad y que pasa exclusivamente por el filtro del amor. Un amor sin condiciones. Un amor que justifica al hombre. Un amor que lo salva. Un amor misericordioso y que es capaz de acoger y perdonar. No tenemos mayor modelo de amor que la comunidad amorosa de la Trinidad.

Juan 3, 16-18
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito para que todo el que cree en él no perezca, sino que tengan vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios.

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