V Domingo de Pascua
El amor no solo es el distintivo de Dios, sino también de
los cristianos. Pero ¿hago concreto este distintivo en mi vida diaria? Estamos
convocados a llevar a todas las facetas de nuestra vida la clave del amor. Ya
sabemos que no es tarea fácil, pero estamos en el camino.
Juan 13, 31-33a.
34-35
Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:
«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es
glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en
sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros;
como yo os he amado, amaos también entre vosotros. En esto conocerán todos que
sois discípulos míos: si os amáis unos a otros».
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