San Martín de Tours, obispo
Lunes de la XXXII Semana del T.O.
¡Ay qué difícil esto que nos pide
el evangelio hoy! Que perdonemos a quien nos ofende una y otra vez. Que si nos
lo pide siete veces, pues otras tantas que perdonemos. Y es que desde la óptica
puramente humana se nos antoja imposible. Pero claro, si piensas y sientes como
Dios o has tenido la experiencia profunda de su misericordia, seguramente que
sea viable. Así que todo parece que el corazón tocado por Dios hace posible que
en lo cotidiano Dios se revele por sus actos.
Lc 17,1-6
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos:
«Es imposible que no haya
escándalos; pero ¡ay de quien los provoca!
Al que escandaliza a uno de estos
pequeños, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo
arrojasen al mar. Tened cuidado.
Si tu hermano te ofende,
repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día,
y siete veces vuelve a decirte: "Me arrepiento", lo perdonarás».
Los apóstoles le dijeron al
Señor:
«Auméntanos la fe».
El Señor dijo:
«Si tuvierais fe como un granito
de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el
mar", y os obedecería».
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