San Josafat, obispo y mártir
Martes de la XXXII Semana del T.O.
Cómo nos cuesta hacer una tarea y
que no nos premien. Parece que necesitamos siempre el reconocimiento, Hasta los
neurólogos han descubierto que cuando eso ocurre se liberan dos sustancias en
nuestro cerebro, la dopamina y la endorfina, las llamadas hormonas de la felicidad.
Y es bueno que se reconozca lo que hacemos, pero no vivamos exclusivamente para
ser reconocidos. La humildad propia del discípulo de Cristo busca y obtiene
otros premios.
Lc 17,7-10
En aquel tiempo, dijo el Señor:
«¿Quién de vosotros, si tiene un
criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo:
"Enseguida, ven y ponte a la
mesa"?
¿No le diréis más bien:
"Prepárame de cenar, cíñete
y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú"?
¿Acaso tenéis que estar
agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando
hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid:
"Somos siervos inútiles,
hemos hecho lo que teníamos que hacer"».
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