Dios ha asignado a cada hombre un ángel para protegerle y facilitarle el camino de la salvación mientras está en este mundo. La misión de los Ángeles Custodios es acompañar a cada hombre en la vida y guiarlo en el difícil camino para llegar al Cielo.
Es un compañero de viaje que no se separa del hombre ni un solo momento. No se aparta de él ni siquiera cuando pierde la gracia de Dios por el pecado. Para que la relación de la persona con el ángel custodio sea eficaz, necesita hablar con él y tratarlo como un amigo. Debemos confiar en él, pedirle ayuda porque nos protege y está muy cerca de Dios y le puede decir directamente lo qué queremos o necesitamos. Los ángeles no pueden conocer nuestros pensamientos si nosotros no se los hacemos saber, ya que sólo Dios conoce exactamente lo qué hay dentro de nuestro corazón.
Os dejamos hoy la imagen que permanece en la Iglesia de Fontanillas...
Himno de Laudes al Santo Ángel de la Guarda
Ángel santo de la guarda,
compañero de mi vida,
tú que nunca me abandonas,
ni de noche ni de día.
Aunque espíritu invisible,
se que te hallas a mi lado,
escuchas mis oraciones
y cuenta todos mis pasos.
En las sombras de la noche,
me defiendes del demonio,
tendiendo sobre mi pecho
tus alas de nácar y oro.
Ángel de Dios,
que yo escuche tu mensaje
y que lo siga,
que vaya siempre contigo
hacia Dios, que me lo envía.
Testigo de lo invisible,
presencia del cielo amiga,
gracias por tu fiel custodia,
gracias por tu compañía.
En presencia de los Ángeles,
suba al cielo nuestro canto:
gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo. Amén.
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