viernes, 17 de mayo de 2019

Camino, verdad, vida...


A veces los silencios de Dios nos inquietan, nos asustan, como a Tomás. No parece que sea fácil caminar ante la falta de visibilidad y el silencio. Parece que se oscurece el día y los senderos se difuminan. El camino de la fe es también un camino que a veces se oscurece. Solo Jesús ofrece el camino para avanzar.


Jn 14,1-6
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, «estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.»
Tomás le dice:
- «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
Jesús le responde:
- «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí.»

No hay comentarios:

Publicar un comentario