En la
jornada de San Juan de Ávila, patrono del clero español, el obispo de Zamora,
Gregorio Martínez Sacristán, ha presidido la eucaristía en la iglesia de San
Andrés en la que se ha homenajeado a los nueve sacerdotes que cumplían su
aniversario de ordenación. Un nutrido grupo de presbíteros diocesanos han
concelebrado la eucaristía a la que han asistido numerosos fieles.
El obispo ha
reconocido durante su homilía la importante tarea que desempeñan los sacerdotes
de mayor edad en la diócesis de Zamora y ha lamentado la carencia de sacerdotes
más jóvenes. “Nuestra diócesis si no fuera por la generosidad de los sacerdotes
mayores, no podría subsistir.
Además, ha
urgido a los curas a que se empeñen en el día a día: “hay que abrazar a la
cruz, la cruz de la entrega, la cruz de que sea el Señor quien nos lleva y
conduce, la cruz del día a día”.
Ha recalcado
que los curas mayores “nos dan ejemplo al final de su vida” y ha afirmado
rotundo que “sin ellos no podríamos llevar la diócesis tal y como la llevamos”.
Así las
cosas, la eucaristía de San Juan de Ávila ha de servir también para decir a los
curas: “ha merecido la pena y la diócesis de Zamora os lo agradecerá”. El
obispo ha vuelto a dirigirse a los curas que cumplían 50 y 60 años de
ordenación: “seguid así, siendo un ejemplo de entrega y lealtad”.
El obispo
quiso recordar algunas notas importantes de la vida del patrono del Clero, San
Juan de Ávila: la identificación con Jesucristo, el celo apostólico y la
fraternidad entre los sacerdotes. Tres señas de identidad que Martínez
Sacristán ha pedido que queden grabadas en el corazón de los curas y ha lanzado
esta cuestión: “¿es de Cristo de quién hablamos?, ¿es con Cristo con quien nos
identificamos?, ¿es a Cristo a quien acudimos?”.
Entre los sacerdotes
homenajeados está José María Casado Salvador (21/9/1969), natural de
Fontanillas de Castro. José María Casado ha estado destinado en estos 50 años
de sacerdocio en la zona de Aliste, en nuestra Unidad Pastoral, haciéndose
cargo de las parroquias de La Hiniesta, Andavías y Palacios del Pan.
Posteriormente se incorporó a la parroquia de San José Obrero en Zamora y se
responsabilizó de la Capellanía del Hospital Virgen de la Concha. En la
actualidad está en la Parroquia de San Vicente, atendiendo también San Juan y
continúa con la Capellanía del Hospital.
Desde estas
líneas nuestra felicitación y nuestro agradecimiento por los años de
disponibilidad a la llamada del Señor y por su servicio a la Iglesia. Al mismo
tiempo nos hacemos eco de esta alegre celebración y lo encomendamos en nuestras
oraciones.
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