jueves, 14 de mayo de 2020

Desprendidos de egoísmo por amor...


San Matías Apóstol. Jueves de la V Semana de Pascua
Cuando empezó el confinamiento, allá a mediados del mes de marzo, no fueron pocas las voces que hicieron una llamada de atención para que este tiempo fuese una oportunidad para reflexionar, adentrarnos en nuestro interior, contemplar el mundo desde otra óptica y poder reemprender la marcha transformados. No parece haber demasiadas muestras de esa transformación más allá de los momentos cargados de un peso emotivo intenso. Han sido los más humildes, los sencillos, los que valoran el ser por encima del tener los que se han despojado de las barreras del egoísmo y se han volcado. Pero empezamos a ver otra vez una sociedad competitiva, inmersa en una carrera desbocada hacia donde… Quedémonos con los gestos de ese amor desinteresado que puede ser semilla del Reino de Dios…

Juan 15, 9-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.
Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé.
Esto os mando: que os améis unos a otros».

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