Jueves de la VI
Semana de Pascua
No es difícil encontrar cristianos tristes, porque
parece que no perciben la presencia de Dios en muchos momentos de la vida. El
mismo Papa Francisco ha dicho en alguna ocasión que los cristianos parecemos
tristes. Y no deberíamos hacerlo. Seguimos a un Dios Vivo, presente en la vida
de los hombres y cercano, pero a veces nuestros ojos no nos permiten ir un poco
más allá y no entendemos lo que ocurre. Ojalá la experiencia de la Pascua nos
devuelva esa forma novedosa de mirar la realidad y podamos celebrar con alegría
lo que somos y llena nuestra vida.
Juan 16,16-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos:
«Dentro de poco ya no me veréis, pero
dentro de otro poco me volveréis a ver».
Comentaron entonces algunos
discípulos:
«¿Qué significa eso de “dentro de
poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”, y eso de
“me voy al Padre”?».
Y se preguntaban:
«¿Qué significa ese “poco”? No
entendemos lo que dice».
Comprendió Jesús que querían
preguntarle y les dijo:
«¿Estáis discutiendo de eso que os he
dicho: “Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a
ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis,
mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra
tristeza se convertirá en alegría».
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