San Felipe Neri, Presbítero
Miércoles de la VIII Semana del Tiempo Ordinario
Frente a las demandas de Santiago
y Juan, el Señor se encamina hacia la cruz para dar la vida por todos. El
camino del discípulo es el del servicio. Ojalá entendiéramos así el servicio,
no como poder ni como ocupación de un puesto relevante, sino ponerse a
disposición de nuestros hermanos.
Marcos 10, 32-45
En aquel tiempo, los discípulos
iban subiendo camino de Jerusalén, y Jesús se les adelantaba; los discípulos se
extrañaban, y los que seguían iban asustados. Él tomó aparte otra vez a los
Doce y se puso a decirles lo que le iba a suceder:
-«Mirad, estamos subiendo a
Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a
los escribas, lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, se
burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán; y a los tres días
resucitará.»
Se le acercaron los hijos de
Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:
-«Maestro, queremos que hagas lo
que te vamos a pedir.»
Les preguntó:
-«¿Qué queréis que haga por
vosotros?»
Contestaron:
-«Concédenos sentarnos en tu
gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda. »
Jesús replicó:
-«No sabéis lo que pedís, ¿sois
capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo
con que yo me voy a bautizar?»
Contestaron:
-«Lo somos.»
Jesús les dijo:
-«El cáliz que yo voy a beber lo
beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero
el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mi concederlo; está ya
reservado».
Los otros diez, al oír aquello,
se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo:
-«Sabéis que los que son
reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los
oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor;
y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.
Porque el Hijo del hombre no ha
venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por
todos».
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